sábado, marzo 24, 2007

El día del ex-padre



Por esto de una acumulación de trabajo se me ha pasado un poquito la fecha del 19 de Marzo. Lo cierto es que en esa fecha leí una carta al director en EL País en la que un pobre padre separado se quejaba amargamente de que tal día no fuera ya fiesta, ya que por ese motivo, y por no coincidir tal día en su calendario de régimen de visitas, no podría celebrarlo con sus hijos. Decía también este señor que se había separado de su mujer, pero no de sus hijos. Si es eso cierto, enhorabuena. Siempre puede recogerlos un ratito por la tarde, seguro que tiene el beneplácito de su ex.
Por mi experiencia en temas de separados y la de mis amigas, que a nuestra edad es ya como para elaborar tesis al respecto, veo que hay como tres tipos de ex maridos, que incluyen también una tipología de “superpadre”, “padre” y “ex-padre”. Creo que no necesita explicarse mucho el tema, pero lo haré brevemente:
Superpadre: va a ver a los críos a la salida del colegio, los infla a regalos, todos los fines de semana los lleva al cine, les proporciona buenas vacaciones, llama todos los días...
Suele ser el hombre que se siente culpable de la separación, aunque no lo sea en absoluto.
Padre: Se atiene a su régimen de visitas y si hace falta que se quede con los niños, puedes contar con él. Habla con su ex de los regalos que deben hacerse por parte de los dos para no malcriarlos y, en general, no notan ellos demasiado que haya habido una separación.
Para ellos, feliz día. Se lo merecen.
Ex-padre: Parece que con su separación de su mujer incluye a los hijos. Llega tarde a recogerlos o no los recoge, los devuelve antes de tiempo, procura escaquearse en vacaciones, los fines de semana que pasan con él no salen de casa y no les hace un regalo, por pequeño que sea, ni por los Reyes Magos.
Esto último parece duro. Incluso difícil de creer. Pero se da. A mí me pasa. Ocurre cuando el individuo odia a su ex y utiliza a los hijos para hacerle daño.
Por si sale en su defensa la Asociación de Padres Separados: en esta clasificación de actitudes de los ex no influye en absoluto quién se ha quedado con la casa ni el monto de la pensión que se pasa por los hijos, ni que se haya perdido una dura lucha por su custodia (que hayan peleado por la custodia, solo conozco a uno. Se la concedieron, por cierto. pero solo a uno): conozco “superpadres” a los que sus ex han echado literalmente de casa para vivir con otro y que les pasan pensiones de escándalo; conozco “padres” normales en todas las circunstancias; y conozco “ex-padres” que, como el de mis hijos, se quedó con la casa y pasa una pensión de porquería para los niños.
Pues... feliz día del ex-padre, qué vamos a hacer. No quiso ver a sus hijos ese día. Y ya me ha comunicado que no pasará con ellos los días de Semana Santa que la corresponden. Y a sus hijos les ha dicho ya también que no cuenten con él en el verano.
Repito: feliz día del ex-padre.

viernes, marzo 09, 2007

Sobre vello facial y la enfermedad del sueño


Bicheando en una página de televenta encuentro este comentario de una usuaria acerca de uno de sus productos, la crema Vaniqa (el comentario es literal pero más amplio, el acotado y el subrayado son míos):

Por fin soluciones a un problema grave
Evaluación del producto Vaniqa por siempre_natalia

Ventajas: Realmente funciona
Desventajas: Es un tratamiento, no un capricho

Hola, amigos de Ciao:
Esta vez quiero hablaros sobre Vaniqa, una crema que supondrá una mejoría importante en la calidad de vida de muchas chicas, tanto desde el punto de vista estético como psicológico [...] dos meses y medio utilizándo Vaniqa y os puedo decir que estoy feliz. Quiero seguir esperando y viendo los resultados, pues confío en mejorar todavía más, pero por el momento estoy encantada. Finalmente os quiero decir una cosa muy importante. Vaniqa es un tratamiento, no un capricho.

No sabe bien "siempre_natalia" hasta qué punto tiene razón, y la crema que está usando para solucionar su problema de hirsutismo facial no es un capricho, sino una necesidad. Pero no para ella exactamente, ni para las muchas mujeres del primer mundo que se valen de Vaniqa para lograr un rostro sin vello (según esta mujer, “el vello excesivo en el cuerpo es un problema, pero si ocurre en la cara estamos ya ante una tragedia”).

El principio activo de este medicamento, la eflornitina, es un remedio eficaz para la enfermedad del sueño, que, trasmitida por la mosca tse-tse, representa un importante problema de salud en algunas zonas de África. Las cifras pueden impresionar: 60 millones de personas pueden contraer esta enfermedad, 500.000 la sufren y 150.000 mueren cada año. Quizás no sea una tragedia de tanta magnitud como la que menciona "siempre_natalia", pero creo que debería tenerse en cuenta.

La compañía Bristol-Myers Squibb, que comercializa Vaniqa, ha anunciado su intención de donar a la OMS durante 3 años suministros de eflornitina. Según ellos se trata de “una sustancia utilizada para prevenir el crecimiento de vello facial en mujeres y que ha demostrado ser eficaz como tratamiento de la enfermedad del sueño”.

En realidad es al revés: se trata de una sustancia que en principio se utilizaba para tratar la enfermedad del sueño. Era comercializada por Aventis precisamente para esta enfermedad, pero cesó de fabricarla en 1999. Desde entonces las organizaciones humanitarias han estado utilizando los restos, llegando a utilizar frascos caducados en su desesperación y agotándose finalmente las reservas. Gracias a que casualmente se descubren sus propiedades para eliminar el vello facial, la eflornitina vuelve a ser comercializada, esta vez en forma de crema y por la compañía Bristol-Myers Squibb. Un producto que, a pesar de salvar infinidad de vidas humanas, deja de fabricarse por no ser económicamente rentable, vuelve a las farmacias porque sirve a los intereses mucho más superficiales pero económicamente ventajosos de la vanidad de la mujer occidental.

Gracias a este descubrimiento precisamente, el medicamento vuelve a estar en circulación. Y no por altruismo, sino por evitar una publicidad negativa, los laboratorios están donando gratuitamente 60.000 dosis por año, que distribuye la OMS a través de Médicos sin Fronteras. De hecho, sus beneficios en el tratamiento de la enfermedad del sueño no se publican en la información que dan en los prospectos o mediante otros medios a las farmacias.

La verdad es que no llegué a esa página de televenta por casualidad. Partí de un reportaje publicado en El País Semanal el pasado 25 de Febrero. Un proyecto de Javier Bardem, una película en cinco episodios denominada Los invisibles, que implica a cinco conocidos directores de cine, incluye un documental titulado “El veneno de la mosca”, precisamente sobre la enfermedad del sueño. Llegué por tanto buscando la marca comercial que incorporaba el principio activo que sirve para combatirla, pero que los laboratorios prefieren emplear en combatir algo mucho más superficial, menos dañino o molesto y, sobre todo, calificado como “superfluo”.

Lo que me reafirma en mi debate interno sobre hasta qué punto las obsesiones estéticas de la sociedad occidental pueden llegar a ser criminales y, desde luego, carecen absolutamente de ética, por cuanto la vida y la piel de según qué personas llega a valorarse de forma tan diferente.

sábado, marzo 03, 2007

Prostitución y publicidad


Mi amiga Ana me ha dado pie para un tema del que quería hablar desde hace tiempo, sobre todo por dos vallas publicitarias que hieren mi sensibilidad cada día, cuando voy y vuelvo del trabajo.
Es el de prostitución y publicidad.
Pienso que, en primer lugar, la prostitución es un producto. O es un servicio, lo mismo da. Es legal su contratación o su venta, o es ilegal. Y es de suponer que es legal, puesto que ni proxenetas, ni prostitutas, ni clientes son detenidos sistemáticamente, o por lo menos multados. Subrayo “sistemáticamente”, porque hay casos en que sí: los casos en que se demuestra que las mujeres que ejercen la prostitución están forzadas a ello.
Como tal producto o servicio, está sujeto a las leyes de la oferta y la demanda. Y ahí entra la publicidad, invento ancestral encaminado a hacer que la oferta se incremente.
La publicidad de los servicios sexuales es tan antigua como la profesión más vieja del mundo. Las prostitutas en la antigüedad dejaban sus anuncios de contactos en tapias y paredes (véase los grafitos pompeyanos) e incluso llevaban grabadas en las sandalias las “S” de “sígueme” para señalar su trayectoria habitual a los posibles clientes.
Desde entonces, sin embargo, la oferta se ha diversificado mucho. La prostitución no solo se hace en la calle o en prostíbulos más o menos sofisticados. Inventos como el teléfono o Internet hacen posible acceder a estos servicios de formas diferentes, ni mejores ni peores.
Hay que tener en cuenta, además, que la demanda, con publicidad o sin ella, se ha incrementado, a pesar de la creciente libertad sexual (ese es un tema para otra entrada).
Si un producto no es ilegal, su publicidad tampoco debe serlo. Se puede limitar, pero no prohibir. No se puede publicitar el alcohol en todos los medios, el tabaco mucho menos. La pornografía no es exactamente ilegal, pero su publicidad está muy restringida. Y con la prostitución debería ocurrir exactamente lo mismo.
Personas (hombres y mujeres) que ejercen este trabajo vía teléfono o internet tienen que vender su producto mediante anuncios. Pueden estar más o menos disimulados, y en este sentido la ley debería establecer criterios claros tal como lo hace con el alcohol y el tabaco. Incluso hace unos años se podían ver anuncios de preservativos en las vallas, y supongo que han desaparecido porque los habrán prohibido. Sin embargo, los podemos ver en prensa o televisión.
Quizás no sea grave anunciar servicios sexuales en la prensa. Los teléfonos eróticos, por ejemplo, necesitan esos medios para anunciarse. Más grave es que se anuncien los prostíbulos en enormes vallas publicitarias, utilizando a veces la imagen de la mujer como objeto, como en el caso de “El jardín del diablo”. El club “Opium”, aunque aparentemente más discreto, no lo es. Con un tremendo mal gusto nos martillea los oídos continuamente en la radio, utilizando unos “actores” especialmente escogidos. En Navidades, un cateto que se va a pasar las vacaciones íntegras allí, porque “aquello está lleno de chavalas de las que nunca dicen que no” (no faltaba más, para eso están) , que se iba a gastar la paga extra íntegra en reservados Vips (cómo será el personal no Vip?) Ahora, el cateto dialoga con un tonto (alguna asociación de disminuidos psíquicos debería denunciarlos, es realmente ofensivo), que le pregunta dónde está el Opium club. Pobres mujeres las que trabajen allí, si sus Vips son todos como el tonto o el cateto.


Pero ese no es el tema. El tema es que no se debería permitir una valla publicitaria anunciando un prostíbulo con una señora con los pechos al aire. O toda la literatura de la valla del Opium. El tema es que no se sabe qué hacer con la prostitución. Ni con su publicidad. Y algo hay que hacer. Ese es el tema.