martes, mayo 23, 2006

Las mujeres, seres vivos

Recuerdo que cuando yo era chiquita y estudiábamos eso que se denomina ahora "conocimiento del medio" en el cole, nos definían a los seres vivos como aquellos que "nacen, crecen, se reproducen y... mueren".
Eso ha sido rigurosamente cierto para las mujeres: tras cuidar celosamente y destacar exageradamente todo aquello que recordaba nuestra capacidad de reproducción... una vez lograda ésta... justo... la muerte.
(En cambio, para los hombres, no parecía ser igual, no, ni siquiera sus ganas de reproducirse o de intentarlo disminuían, y no les ha dado vergüenza demostrarlo, es más, no se les ha invitado, incitado, impelido a ello).
Lo que acabo de decir no precisa de más explicaciones en cuanto a la vida real se refiere, porque los cambios, aun perceptibles, no son significativos. Pero esta vez parece ser que la revolución se inicia por arriba. Hace muy poco, en un semanal de EL PAÍS leí una interesante entrevista con una no menos interesante actriz, Isabella Rosellini. A sus 53 años recordaba cómo al cumplir los 40 le rescindían el contrato con Lancôme, por "vieja". (KARMENTXU MARÍN -"Con 53 años y dos hijos, dice que está satisfecha de su vida y que vive bastante tranquila. Le gusta leer a García Márquez y a Mario Vargas Llosa, autor de la novela que da título a su última película, y de quien se dice amiga. Ama la siesta, los animales y el arte, y reitera que le encantaría trabajar con Almodóvar"). Siento no poder enlazar a la página, pero el artículo en la web es exclusivo para suscriptores.

Isabella criticaba en esta entrevista las pautas que seguía la firma francesa para seleccionar sus modelos. Y con razón. En un momento en que ella ponía el rostro para productos dirigidos a mujeres maduras, la despedían para poner en su lugar una mujer con diez años menos, que representaría a las mayores de 40. Nada raro. Estamos acostumbrados a verlo en publicidad. Y es paradógico: para anunciar un limpiatodo, parten de un lugar exageradamente guarro, increíblemente asqueroso; para anunciar un antiarrugas, no parten de una momia egipcia. Parten del supuesto resultado, que no pasaría la prueba del carbono 14 en cuanto a la edad que pretenden.
También hace poco, un suplemento del mismo diario, supuestamente encaminado a revalorizar la belleza de las mujeres maduras estaba repleto de publicidad encaminada a disimular esa madurez lo mejor posible, con el auxilio de la que en estas páginas será nuestra "mejor amiga", la Corporación Dermoestética", y cremas y drenajes y masajes de todo tipo.
Pero la revolución parece que parte desde arriba, repito, pero... la demanda llega desde abajo. Una generación de mujeres que no se resignan a morir tras la reproducción está haciendo cambiar las pautas. Las pautas publicitarias, por lo menos:

"No encuentro tormento en envejecer"

Lo que nos preocupa todavía es que las actrices que van representando a la mujer madura y atractiva parecen todas ellas salidas inevitablemente del cirujano plástico. Y, lo que es más inquietante, no de ningún cirujano de la Corporación Dermoestética, porque de lo contrario dicha Corporación pondría como modelos a mujeres que de verdad tienen esa edad y se han operado y han quedado así de bien, y no a chicas muy jóvenes que evidentemente nunca han pasado por tan triste experiencia. ¿Qué haremos las bienaventuradas que hemos sobrevivido a la reproducción?
Pues claro está: seguir siendo atractivas y deseables por otros medios, aunque sean tan trabajosos como el cuidado del cuerpo mediante el ejercicio; y del cerebro, por muchos caminos, todos alejados del bisturí, seguro.


De todos modos, deciros que estáis preciosas, y que nos alegra veros ahí, todavía, vivas.

4 comentarios:

Mar dijo...

Desde la humildad de mis aún no cumplidos - pero próximos - 30 años, reconozco la afrenta que os hacen cada día y sin rubor desde la publicidad y los medios de comunicación a las mujeres de más de 40, que, dicho sea de paso, me niego a llamar "maduras". Para mí, una mujer es madura - o se la debería considerar madura - a partir de los 55 o 60 años, igual que se hace con los hombres. Tengo aquí a mi hermano. Nació el mismo año que Brad Pitt. No es un chaval, pero indudablemente, no es un "hombre maduro". Un "hombre maduro", para la sociedad, lo es a partir de los 60 años, y si está en plena pitopausia y le da por dejar a su mujer por una radiografía del silbido con 20 años y nada entre oreja y oreja, le dicen "estás hecho un chaval". Lo que es, es un gili. Porque si yo llego en condiciones a los 60, espero que la vida me haya enseñado lo bastante como para apreciar, más aún que ahora, lo que vale un buen cerebro - que esté en un cuerpo apetecible, no voy a ser hipócrita y decir que no me atraería...pero si luego quieres hablar con él y resulta que el adonis tiene la misma conversación que un saco de amebas... pues casi que no - y alguien con quien no haya tanta distancia temporal como para no poder compartir recuerdos de una época - porque si a los 60 me ligo uno de 20, nuestros mundos serán tan distintos que no me imagino hablando con él de política, etc., le faltaría bagaje aunque lo hubiera estudiado; no lo ha vivido -. En fin.

Mar dijo...

Desde la humildad de mis aún no cumplidos - pero próximos - 30 años, reconozco la afrenta que os hacen cada día y sin rubor desde la publicidad y los medios de comunicación a las mujeres de más de 40, que, dicho sea de paso, me niego a llamar "maduras". Para mí, una mujer es madura - o se la debería considerar madura - a partir de los 55 o 60 años, igual que se hace con los hombres. Tengo aquí a mi hermano. Nació el mismo año que Brad Pitt. No es un chaval, pero indudablemente, no es un "hombre maduro". Un "hombre maduro", para la sociedad, lo es a partir de los 60 años, y si está en plena pitopausia y le da por dejar a su mujer por una radiografía del silbido con 20 años y nada entre oreja y oreja, le dicen "estás hecho un chaval". Lo que es, es un gili. Porque si yo llego en condiciones a los 60, espero que la vida me haya enseñado lo bastante como para apreciar, más aún que ahora, lo que vale un buen cerebro - que esté en un cuerpo apetecible, no voy a ser hipócrita y decir que no me atraería...pero si luego quieres hablar con él y resulta que el adonis tiene la misma conversación que un saco de amebas... pues casi que no - y alguien con quien no haya tanta distancia temporal como para no poder compartir recuerdos de una época - porque si a los 60 me ligo uno de 20, nuestros mundos serán tan distintos que no me imagino hablando con él de política, etc., le faltaría bagaje aunque lo hubiera estudiado; no lo ha vivido -. En fin.

Suse Kew dijo...

qué bien has estado. te aplaudo: plas, plas, plas!

Monse dijo...

Tengo la experiencia de saber que bastantes hombres de mi edad, 44 años, están buscando mujeres 10 años más jóvenes, incluso los hay que se arriesgan a menos, y que una mujer de su edad le parece mayor. Un día me dijo uno que porque siempre parecía que era mejor que la mujer tuviera menos edad... ¿por qué? ¿será que les asusta nuestra experiencia? Sin embargo, aunque podamos comprender que la vida tan superficial que llevamos les lleve a preferirlas con el culo y las tetas bien levantadas (que tampoco es cuestión de edad), hay que verlos a ellos, que la mayoría no se cuidan absolutamente nada, y ahí los tenemos a los 40 e incluso menos, barrigones, con la piel arrugada y apagada y la mayoría calvos. Nosotras sí que deberíamos exigir hombres con cerebro (que es lo difícil)y bien cuidados a nuestra edad. ¿Por qué no exigir a la publicidad una corporación machoestética que además impartiera clases de sentido común?